Buenas querido amigo, amiga, o sencillamente compañero de la vida. Quien aquí escribe no es alguien que tenga un interés personal en hacerte llegar esta información. O sí, quizás sí lo tenga, porque quizás no existe un interés personal desgajado del interés común, del interés colectivo, del interés de la humanidad como el Todo que somos y que de ninguna manera puede entenderse como la suma de intereses "personales".
NOTA: Se me hace imposible comenzar con esta publicación sin dedicarte estas palabras. Ahora, si quieres pasar de esta introducción, siempre puedes saltarte todas estas líneas y bajar hasta donde empiezan los vídeos. Si te interesa lo que pueda decirte, siempre puedes volver aquí ;) Para ver los vídeos, haces click en la foto del vídeo en cuestión y se te abrirá en una página nueva el vídeo desde la plataforma donde está alojado (las limitaciones a las que nos someten a los "conspis" no da para más a la hora de publicar ;) )
Si te interesa, seguimos: Y mi interés es el tuyo propio. Porque vamos todos en el mismo barco. Y porque la verdad es verdad, la conozcan o no los que intentan hablar de ella, y te la cuenten los que pasan de ella o los que directamente te la disfrazan de mentira. Aún así, la verdad es verdad y sigue siéndolo, importándole poco a ella si alguien tiene el coraje de conocerla o si, por el contrario y como ocurre con la inmensa parte de la población, se la ignora, se la desecha, se la esconde o simplemente se huye de ella como si del anticristo se tratara.
Pero hay gente, no mucha, o más bien poca, a la que le interesa conocerla. Y bienaventurados son, como diría aquel hace más de 2.000 años, aunque ésta me la vaya yo a inventar ahora, aquellos que se dignan a conocerla porque descubrirán la terrible e infinita bondad que alberga y quedarán sorprendidos al ver que no podrán más que abrazarla cuando lo hagan, porque los regalos que les tiene preparados son de una maravilla infinita. Y nunca más querrán disfrazarla de mentira. ¿Para qué? La verdad, cuando la conoces, descubres que es bondadosa y que siempre te tiene en cuenta y sólo entonces sabrás que te convenía conocerla. Sólo la mentira y el miedo provocado por esos que creen obtener un beneficio con ello, pudo crearte por un tiempo la ilusión de que te convenía vivir en la mentira.
Quien te habla aquí, lo hace, entre otras cosas, porque no tiene otra manera de llegar a ti. Quien te habla ha visto cómo su cuenta en el gigante de las redes sociales, el todopoderoso Facebook, era eliminada de forma definitiva, después de más de 13 años y con más de 2.000 contactos por, sencillamente, hablar la verdad, esa verdad que te conviene conocer. Y no fue eliminada porque los malvados de facebook (que lo son) estuvieran apostados detrás de la pantalla esperando mi siguiente publicación, sino porque esa gran masa ciega y a la que la verdad le importa bien poco conocer porque directamente pasa de ella, es la que te censura, te denuncia, te reporta, además de atacarte, insultarte e incluso amenazarte. Todo por contarles la verdad que les conviene conocer.
Quien te habla no tiene otro interés que el de perder su tiempo, que en todo esto nada personal le depara, para que conozcas la verdad. Te lo ofrece con amor infinito y la mejor de sus intenciones, porque de aquí no puede salir otra cosa. Porque, cuando la verdad está compuesta de una medicina que cura ese virus malvado que existe volando por los aires y que se ha llevado a cientos de miles de vidas en nuestros hospitales en todo el mundo, y que es eso que te están diciendo que es lejía cuando cura el virus de forma casi inmediata y te protege en caso de entrar en contacto con él, no te queda más que compartirla. Cuando la verdad te muestra que lo que vivimos está compuesto por una gran mentira construida a base de unas pruebas PCR que dan falsos positivos, con las cuales se están inflando los datos y confinando a las personas, condenándolas a vivir detrás de una mascarilla y a ver cómo sus vidas, sus negocios, sus trabajos y sus familias son destruidas por un virus que no tiene mayor mortalidad que una gripe, y cuyos números de contagios no sólo se han visto inflados por esto, sino marcando también como covid a cualquier enfermo con otra patología, no te queda otra que compartirla. Cuando hasta el 69% de los fallecidos en nuestro país por ese virus tan letal con el que están aterrorizando a la población fueron ancianos asesinados en nuestras residencias a base de morfina y sedantes, cuando resulta que se demostró en estas residencias una relación altísima entre mortalidad y vacunación de la gripe (Informe Barbastro), cuando resulta que el virus no ha sido aislado y no se han cumplido lo postulados de Koch, requisito previo para poder hablar de un virus, cuando no se ha permitido realizar autopsias que nos dijeran a ciencia cierta cuál era la causa de la muerte de las personas, cuando se ha mentido sistemáticamente en los medios de comunicación de las maneras más burdas para seguir dando cabida únicamente a una narrativa oficial y una propaganda mentirosa y asesina de los que te quieren ver muerto, no te queda otra más que compartirla.
Y no, no me digas que me vaya a una planta UCI de un hospital para ver cómo está muriendo la gente. Bien sabemos que es en nuestros hospitales donde nuestra gente está muriendo, y también sabemos que todas esas muertes eran, y son, evitables. Que mientras cientos de miles pierden la vida en nuestros hospitales, son otros cientos de miles los que se recuperan de la enfermedad, incluso en su fase más aguda y cuando ya no pueden respirar, de forma casi inmediata con el dióxido de cloro, eso que te están diciendo que es lejía cuando evidentemente no tiene nada que ver y con lo que, repitiéndolo, lo que haces es tan sólo demostrar tu doble ignorancia al repetir por un lado lo que te dicen los que te engañan y, por el otro, al demostrar no tener idea de lo que la lejía es, porque mata. Pero además demuestras muy poca solidaridad con esos que están muriendo, tus vecinos, tus conocidos o tus familiares porque, si te importaran, sabrías ya que el dióxido de cloro cura y te habrías dedicado a mirar esto por ti mismo.
No me digas que me vaya a las UCIS de los hospitales porque lo haría encantado. Lo haría sin una mascarilla y sin esa ridícula escafandra de buzo, y lo haría para salvar a la gente, con esa medicina que rechaza un sistema médico basado en los planteamientos únicamente mercantilistas de quienes lo crearon. Pero no me dejáis, porque los amos de la salud sois vosotros, y no de la salud, sino del negocio de la salud, de esos que hacen dinero con tu enfermedad y la de los que dices proteger, a quienes lo último que les interesa es que tú sanes, menos con una medicina que no es rentable y no da dinero. No me dejáis porque os dejaría en ridículo a vosotros y a vuestro sistema curando con eso que os han hecho repetir como idiotas que es veneno.
No, esos mal llamados "negacionistas" no niegan la existencia de nada y tampoco son lo que te dicen que son. No repitas como loro, de nuevo, lo que te dicen los q te engañan. No les interesa que nos conozcas, porque no pisarías un hospital, no verías la necesidad de llevar una mascarilla y, por supuesto, no se te pasaría por la cabeza ponerte una vacuna que proviene de los que te están matando, básicamente porque verías que no es una vacuna.
Esos a los que llamas negacionistas siguen lo que dice la ciencia, ésa q ha estado y está vetada de tu televisor, al que sigues como tu Dios y Fuente única de información, y que sirve a los intereses de los que lo manejan, los mismos que manejan a los políticos y todos los profesionales que tan bien sabéis hacer vuestro trabajo para recibir vuestro sueldo a final de mes. Esos que sois parte fundamental del sistema y lo sostenéis a base de vuestro esfuerzo, el mismo que demostráis atacando a esos que os dicen que éste es un sistema fracasado, decadente y condenado a la auto-destrucción, por la ignorancia, la maldad, la mediocridad y el inmovilismo de quienes, detrás de una mascarilla, esperáis vuestra vacuna atacando a esos que os están tratando de salvar con cada información que, esa sí, basada en la ciencia, la verdad y la evidencia, os dice que no hay un virus, que lo que hay es la intención, y no tan oculta porque eres tan borrego que ni ocultarla hace falta, de matarte.
¿Muy conspiranoico? No me preguntes a mí si no quieres escuchar las respuestas. Aquí tienes una selección personal de los 100 vídeos cortos más representativos de la plandemia que llevamos viviendo ya durante más de un año y que se han compartido en las redes hasta el mes de octubre. No es una selección de los más importantes, sino de los más representativos y que te permitirán tener una imagen de lo que realmente estamos viviendo. Algunos de ellos pertenecen a vídeos más extensos, películas o documentales que puedes mirar por ti mismo si te interesan, aquí se han compartido tal y como se compartieron en las redes, en sus versiones cortas. Se han dado, asimismo, hitos y acontecimientos para los cuales no he encontrado una prueba audiovisual, sirva como ejemplo el Informe Barbastro. Espero, sin embargo, que esta selección te ayude a hallar la voluntad para investigar a fondo la verdad de todo lo que vives.
Estos vídeos te hablan de la verdad, no intentan convencerte, aunque seguramente darán respuesta a muchas preguntas que quizás te hagas o quiz´ás no te hagas. Para el que no quede satisfecho, ahí tiene el mundo de la realidad y la ciencia para investigar. A día de hoy, la verdad de las cosas son las que aparecen en estos vídeos, te guste o no te guste. Lo incomprensible sería lo segundo.
Un abrazo.